23 de junho de 2017

Tactica y estrategia

Mi táctica es 
mirarte 
aprender como sos 
quererte como sos 

mi táctica es 
hablarte 
y escucharte 
construir con palabras 
un puente indestructible 

mi táctica es 
quedarme en tu recuerdo 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
pero quedarme en vos 

mi táctica es 
ser franco 
y saber que sos franca 
y que no nos vendamos 
simulacros 
para que entre los dos 
no haya telón 
ni abismos 

mi estrategia es 
en cambio 
más profunda y más 
simple 

mi estrategia es 
que un día cualquiera 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
por fin me necesites”
Empezar por ese poema de Mario Benedetti lo hizo motivado por dos razones. Para dar un ejemplo poético sobre lo que sea táctica y estrategia y aún por creer que solo las cosas que nascen en el corazón pueden, y deben, prosperar. ¿Cuál es la diferencia entre táctica y estrategia? La primera es el método y la segunda el objetivo. Son palabras militares. Con las tácticas se gañan las batallas y con la estrategia se gaña la guerra. Estrategia significa utilizar acciones tácticas y operacionales para conquistar o mantener un territorio. Aplicar esos conceptos al diseño significa tener muy en claro donde queremos llegar y por cuales caminos.
Diseño nos es solo método, que se imparten en las escuelas y se perfeccionan en la vida real. Diseño es saber utilizar el método para lograr en el final una respuesta para un problema, de modo innovador, sorprendente y bello.
Esa afirmación me obliga definir mis conceptos para: Innovador, sorprendente y bello. Innovador significa lograr que su creación original sea comercializada o utilizada, pues si ese producto o servicio no llega en la vida real, para nada sirvió. La diferencia entre invención y innovación es que la primera amplia la frontera del conocido y la segunda los resultados están disponibles y accesible, sea en el mercado o en la vida cotidiana. Crear y innovar. Dos cosas distintas. Solo acumular experiencias y conocimientos, mismo que novedosos, sin aplicación en la vida real suena ser una patología mental. Hay que buscar viabilizar nuestras ideas y nuestros sueños. Y los sueños que se suena juntos son los mejores.
Diseño es design. Design significa proyecto. Y proyecto es una secuencia de actividades con fechas y costos pre definidos donde el resultado final es algo que hasta entonces no existía. Proyectar (o diseñar) es construir nuevas realidades. Es ampliar el mundo material y visual en que vivimos. Esa dimensión humana del diseño, capaz provocar cambios de comportamientos, implica en una enorme responsabilidad socio, cultural y ambiental. Innovar sin impactar debería ser el paradigma de los diseñadores del siglo XXI.
El buen diseño tiene aún que sorprender. Y solo el corazón, a través de ritmo de sus latidos, determina nuestro grado de satisfacción y encantamiento. El diseño tiene que tocar el corazón, pues también nasce en el corazón. No se hace diseño sin emoción. Del corazón nascen las ideas más espontaneas y las respuestas más verdaderas. El corazón es la brújula de la intuición, otro atributo indispensable de un diseñador y temerario para un ingeniero. Nuestra decisiones finales casi siempre ocurren dentro de una lógica nebulosa, donde dos más dos no son necesariamente cuatro.
Y por final tiene que ser bello o por lo menos llegar muy próximo de un estándar de calidad estética definido por su público blanco. Los conceptos de equilibrio y harmonía non son los mismos para todos. Como cantaba Caetano Velloso; “…bello es solamente lo que es espejo”.
Entonces miremos-nos en el espejo. ¿Quién somos? Somos seres singulares, con experiencias diferentes. Esa singularidad es que define nuestra identidad, el más precioso atributo que disponemos. Por eso la primera cosa es amar a sí mismo. Tener el auto estima siempre arriba. Creer en su propia capacidad de lograr sus sueños. Esa singularidad es lo que diferencia los productos y servicios de calidad en un mundo cada vez más competitivo. Sea en el mercado o en el campo de las ideas. Por eso hay que buscar nuestras raíces culturales, revisitar nuestro pasado, decodificar nuestro repertorio cultural para sacar ideas aun singulares.
Por fi, tenemos que contextualizar el campo y los limites de nuestra actuación. Tiempo y lugar determinan las respuestas a los problemas. El diseño nasció como una respuesta a las necesidades de una era industrial. Vivimos hoy en un mundo posindustrial, virtual e intangible, en una sociedad de bienes simbólicos creados pelos nuevos agentes culturales de la economía creativa. Así mismo, hasta la luz de hoy, las universidades insisten en graduar diseñadores industriales o diseñadores gráficos, cuando deberían estar graduando solamente diseñadores, sin esas especializaciones anacrónicas. Siguen enseñando diseño como se fuer los años setenta. Los límites de nuestra actuación no son más definidos por nuestra formación académica. Son fruto de nuestra capacidad de actuar como agente de cambio y menos como experto.
El valor de las cosas está siendo definido por criterios intangibles. As marcas sirven exactamente para eso, definir el valor intangible de la empresa y de sus productos y servicios. Lo que no tiene marca es genérico. Marcas o productos sin tener una distinción, son genéricos. Para ser genérico no necesita ser bueno. Basta cumplir sus funciones y ser barato. Existen muchos diseñadores genéricos. Quizás la mayoría, con o sin diploma, que laburan para sobrevivir. Para un joven diseñador, en ese mercado de supervivencia, no basta ser creativo. Hay que ser ágil, eficaz, agradable y barato.
Por otra parte el mercado esta se poniendo cada día más plural, más diversificado, donde los distintos públicos definen su lugar, espacio e códigos comunes, La teoría de la Cola Larga de Cristian Anderson explica mejor ese fenómeno. Existen nichos para todo tipo de productos o servicios. Basta cada uno descubrir el suyo. Solo así podrá determinar el precio de su trabajo y de sus productos o servicios.
La gran oportunidad que veo, no sé si como tendencia o como aspiración, son los diseñadores emprendedores y hacedores. Ellos no buscan empleo. Generan trabajo. Los nuevos referentes del diseño latinoamericano son, en su mayoría, empresarios y productores de sus propios proyectos.
Ese diseño va de la mano con otras áreas de la economía creativa, es especial la artesanía y la gastronomía. Dos campos de acción con enormes demandas no satisfechas. Su importancia cultural e social son factores claves para determinar el tipo de intervención que necesitan. Sobre eso podría hablar durante horas, pues fue en lo que más dedique mi tiempo en los últimos treinta años. Sobre eso tengo más de cien textos publicados en mi blog.
Sin perder la línea de raciocinio vuelvo al tema titulo de esa ponencia. Diseño estratégico es mirar el futuro. Es saber dónde queremos llegar. Par eso tenemos que formular unas preguntas fundamentales. ¿Para quién vamos poner nuestra inteligencia a servicio? Qué deseamos para nosotros mismo? Queremos sobretodo sernos ricos y felices por que logramos acumular riqueza y buenos momentos? Ó plenos y realizados porque compartimos nuestras riquezas y nuestros buenos momentos? Acumular o compartir?
Para mí la riqueza es la calidad del tiempo que dispongo y felicidad es poder compartí-lo con otras personas haciendo sus vidas mejores.
En una sociedad libre cada uno tiene el derecho de escoger, según sus deseos y convicciones. No me gusta hacer juicio de valor sobre elecciones ajenas. Solo lamentar, sobre todo cuando veo que esas elecciones fueran basadas en el egoísmo o el prejuicio.
Nuestras escojas, para satisfacer nuestras necesidades, aspiraciones y deseos no pueden comprometer las mismas aspiraciones de las generaciones futuras. El deseo narcisista de pasar a la posteridad como un simples hacer de obyectos icónicos es pensar chico. Podemos y debemos hacer mucho más. En las cosas más simples, en los problemas más pequeños, dejar un ejemplo de inteligencia, solidaridad y amor a nuestra casa y destino común. Eso es pensar estratégicamente. Diseño, por lo tanto, no es proyectar productos, servicios o sistemas. Diseño es proyectar el futuro. Ser un diseñador estratégico es mirar un futuro mejor para sí y los suyos sin comprometer el futuro de los demás. Simples así.

Um comentário:

  1. Tuve el placer de escuchar estas palabras de su propia boca en Rosario hace apenas unas semanas. Fue una charla realmente inspiradora! Muchas gracias por dedicar su tiempo a compartir sus experiencias con nosotros!

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